Un día estaba con mis primos en su casa de Córdoba. Estábamos jugando al escondite, me tocaba contar a mí , mis primos se escondieron en el vestidor de sus padres, y mi hermano se escondió detrás del pozo del patio. Cuando fui a buscarlo, no me quería acercar al pozo, porque mis primos me habían contado una historia de miedo. Pasé de buscar a mi hermano y lo que hice fue buscar a mis primos, los encontré. Paco se puso a contar y estuvimos así toda la tarde.
Después de cenar, cuando ya habíamos terminado de jugar, nos metimos en la cama a ver una película. Yo me dormí la primera, pero tuve una pesadilla de lo que me habían contado mis primos, me desperté y no dormí bien. Antes de que mi hermano se durmiese, me tocó el brazo y yo me asusté. Al despertarme mi hermano tenía la cabeza muy cerca de mi cara, por lo que no lo vi con claridad y me asusté más todavía. Le empujé con todas mis fuerzas y se dio en la cabeza. Al encender la luz eran mis primos que le habían puesto una careta a mi hermano y me estaban gastando una broma.
Cristina Román López.
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