Había un vez un niño llamado Leonardo, a quien le gustaba mucho leer. Se imaginaba que estaba dentro del libro viviendo las aventuras que contaban en él.
Una noche Leonardo se metió en un baúl para no molestar a su hermana Teresa mientras leía. Esa noche estaba leyendo su libro favorito; estuvo leyendo hasta muy tarde y sin darse cuenta se quedó dormido y se despertó en mitad de un bosque donde los árboles cantaban ópera , las mariposas tomaban té, los escarabajos hacían olimpiadas de matemáticas y muchas cosas más. Leonardo, al verlo, se dio cuenta de que pasaban las mismas cosas que en su libro. Se puso a hablar con una mariposa:
-Señora Mariposa me puedes decir dónde estoy.
-Estás en el mundo de la realidad.
Leonardo se quedó boquiabierto: se llamaba igual que su libro.
Se empeñó en convertirse en cada una de las cosas que viese: se convirtió en un árbol, en una mariposa, en un escarabajo y en muchas cosas más.
Al final se despertó de una forma muy rara, en su sueño escuchaba a su hermana llorar porque había tenido una pesadilla. Al despertarse salió del baúl y para que su hermana parase de llorar la metió con ella en el cuento y durmió sin tener pesadillas.
Cristina Román López
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