domingo, 9 de octubre de 2011

El Futbol Mágico

Esto era una vez un equipo de futbol. Todos los días entrenaban y uno de esos días se dieron cuenta de que si no ganaban en el próximo partido destruirían su colegio.
El equipo se llamaba los Hispanos.
Su próximo partido era contra los Romanos, compuesto por jugadores de otro pueblo.
Los jugandores del Hispano eran: Flori, el portero, defensas: Adrián,Jose Ujaque y Jonatan, centrocampistas: Candela,Jaime y Moya, de banda: David,Pablo
y en la mejor delantera estaba Dani y Revelles.
El equipo también tenía animadoras:
Cristina,Isabel,Lucia,Yulisa,Carla,Shakira,Jaqueline,Rocío,María y por uútimo Jenifer. La entrenadora era Mari Carmen. Llegó el momento de jugar, se dieron cuenta de que el otro equipo y era muy bueno y rápido.
En la primera mitad los dos equipos tuvieron muchas oportunidades pero la mejor oportunidad fue de Dani al palo y también hubo muchas paradas de Flori y Candela.Terminó el descanso y empezó la segunda parte, hubo un penalti para el equipo de los hispanos... era la ocasión y ...¡¡Goool!! …gracias a Dani ya no destruyeron el colegio.... ni el campo de futbol.

Florián Serrano Carrillo

Un Milagro en el Zoo.

Había una vez un lugar llamado Animalandia donde había un zoo que nunca nadie iba a visitarlo.
Su dueño, que se llamaba Justín, era pobre.
Justín dejaba a sus tres hijos en la escuela, mientras que su mujer se encargaba del zoo.
Justín, cada día, barría las calles de la ciudad para conseguir un poco de dinero y poder comprar comida para su familia, aunque él tenía mucha fe en que algún día el zoo sería muy visitado y en que eso ocurriría muy pronto.
Llegó la Semana Santa, Justín abría el zoo todos los días, pero nadie iba a verlo. Un día, un conejo blanco que andaba a dos patas y cargaba con un cesto con huevos, apreció. ¡Era el Conejo de Pascua!. Justín vio que tenía un montón de huevos de colores y le preguntó:
-J:¿Cuantos huevos tienes?
-CP:Tengo 45 huevos.
-J:Dámelos todos y dime qué quieres arreglar.
-CP:Quiero arreglar todo.
-J:Vale, yo te ayudaré, pero dame todos los huevos.
Justín se los dio y el conejo lo arregló todo poniendo el zoo con cosas de Pascua pero ese día Justín no llegó a verlas porque se fue a su otro trabajo.
Al día siguiente abrió el zoo y lo visitó toda la ciudad.
A partir de entonces ya fue mucha gente al zoo, por lo que Justín no trabajó más de barrendero y fue feliz para siempre gracias al Conejo de Pascua.

Cristina Román López.

La Niña Maga

Erase una vez una niña llamada Esther que vivía en Nueva York. Esther tenía otra hermana que era mayor que ella. Esther se sentía un poco rara porque sus padres trataban mejor a ella que a su hermana.
Un día cuando se iba al instituto su hermana la llamó al móvil para decirle que Maxi, un villano de la ciudad, la capturó.
Cuando llegó a casa Esther se lo contó a sus padres, ellos le respondieron que debía de solucionar ella ese problema, ya que tenía poderes mágicos.
Esther estuvo toda la mañana dando vueltas para encontrarla, entró en el barrio Disco y vio a Maxi, él le dijo que capturó a su hermana para que ella fuese a buscarla y quitarle los poderes.
Maxi capturó a Esther. En ese mismo momento Esther pronunció sus palabras mágicas: “Catapun Chimpun...” y Maxi se derrumbó. Esther escapó con su hermana.
A Maxi lo llevaron a la cárcel.
La familia fue feliz para siempre.

Cristina Román López

lunes, 3 de octubre de 2011

Egipcios contra hispanos

Erase una vez un pueblo llamado Egipto que no podía conquistar a un pueblecito pequeño llamado Hispania porque eran muy poderosos.
Su secreto era que si comían sopa de pescado con legumbres se hacían poderosos .
Cuando venían los egipcios se bebían la poción que les hacía a todos
más fuertes y les hacía ganar.
Un día el encargado de hacer la poción se tuvo que ir con unos amigos. Los egipcios se enteraron y se disfrazaron como amigos del hombre que hacía la poción y le secuestraron. Los egipcios consiguieron la poción que querían.
Ya estaban los dos preparados para luchar en las mismas condiciones, pelearon dos, tres días y hasta cuatro días hasta que quedaron uno de Hispania y otro de Egipto, el hispano era el que nunca había luchado y el otro siempre luchaba. Pensaron que mejor que luchar harían una carrera con pruebas difíciles., El egipcio, como era muy rápido le dio ventaja jugando al futbol, después del futbol se echó una siesta.... El hispano estaba al lado de la meta, el egipcio se dio cuanta y corrió todo lo que pudo. Al final el hispano dio un gran salto y ganó.
De esta manera fue que los egipcios dejaron tranquilos a los hispanos que pudieron vivir ya siempre tranquilos.

Florián Serrano Carrillo

La vida de un payaso

Erase una vez un payaso llamado Charly.
Charly vivía en un lugar donde no pasaba ningún circo pero él tenía todo lo necesario para ser payaso. La gente de su pueblo quería que él se fuera al circo a trabajar porque era lo que más le gustaba. En su casa tenía un pequeño escenario, donde todos los días, se preparaba nuevas cosas para sus actuaciones.
Un día Charly fue al pueblo de sus primos. Allí había un circo. Fue y buscó al dueño. Charly le preguntó que si podía entrar en el circo como payaso. El dueño dijo a Charly que volviera otro día para hacerle unas pruebas.
Al siguiente día Charly volvió al circo de nuevo, preguntó por el dueño y le dijeron que estaba en la pista. Allí había tres personas más, una de ellas su rival.:Era otro payaso que ya había estado en otros circos casi en los mismos en los que había estado Charly haciendo las pruebas, siempre salía elegido pero a los 3 meses ya le habían despedido. Primero empezó su rival y luego él. El dueño del circo les dijo que esperaran un poco que parecía que había dos puestos de trabajo. Pero no, sólo había una plaza. El dueño dijo que compitieran en una actuación con gente. Los dos estaban de acuerdo.
Llegó el día de la actuación, Charly se puso su traje y preparó la actuación de esa noche. La gente empezó a entrar al circo. Antes de ellos actuaban los trapecistas. Al terminar los trapecistas su actuación; el presentador explicó lo que tenía que hacer el público. Al finalizar la actuación saldrían los dos payasos a la pista. Y aquel al que más tiempo aplaudieran sería el elegido.
El presentador le dio paso a Charly y empezó a actuar muy bien. Todo el público se reía con Charly. La gente ya tenía a su ganador. Después actuó el otro payaso. También gustó al público, pero menos. Entonces el director del circo dio un cronometro al domador para medir el tiempo de los aplausos. Empezaron a aplaudir al otro payaso. El domador midió 3 minutos y 15 segundos. Pidió el director aplausos para Charly y todo el mundo aplaudió y aplaudió. El domador paró el cronometro en 8 minutos y 10 segundos.
Desde aquel día Charly es Payaso en este circo.

Pablo Bánquez Sánchez