En un pueblo muy lejano vivía un matrimonio que no podía tener hijos. Una mañana la mujer estaba en el bosque recogiendo manzanas y al mirar al un río que había por allí cerca vio una fresa gigante que corría río a bajo, la siguió y pudo cogerla. Se la llevó a su casa y le dijo a su esposo que la partiera para comerla. Cuando el hombre se disponía a partirla la fresa se abrió sola y de su interior salió un niño. El matrimonio se puso muy contento porque ya tenían un hijo.
Le pusieron de nombre FRESUQUI (niño nacido de una fresa.)
El niño creció sano y fuerte.Los padres estaban muy orgullosos de su hijo.
Un día decidió ir a enfrentarse a un dragón que tenía a su pueblo aterrado.
Su padre le dio una armadura y su madre unas galletas para el camino.
Mientras que FRESUQUI se dirigía a la cueva del dragón se encontró con unos animales que decidieron acompañarlo. Al llegar a la cueva vieron que el dragón estaba dormido, lo atacaron, después lucharon con él, le ganaron y el dragón se rindió. En recompensa el dragón le dio sus tesoros y FRESUQUI regresó a su casa con todo el dinero y fue rico para siempre.
Yulisa Rodríguez Moreno
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